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La primera Banda de Musica de Vergara


                              CENTRO FILARMÓNICO

La primera banda de música, dotada de cierta organización, se estableció en Vergara a impulso de la colonia italiana, alrededor del año l9l9.

De Bois

En el año 1920,  la colonia italiana   integrada por  los Ducattelli, Leonardo Di Bueno,  los Zito, entre otros, andaban tras la formación de la banda.
Y ese interés coincidió con la llegada de un ciudadano belga de nombre Francisco De Bois, entendido en música, quien se convertiría en el primer director de banda que hubo.
Era una persona  ya entrada en años, y había arribado  al  pueblo, proveniente quien sabe de donde, montado en un caballito flaco, bayo, color té con leche fuerte, con un  detalle que lo hacía muy interesante; su pelo -el del caballo- era enrulado, bien crespo, como la mota.

EL BELGA
El belga  no tardó en demostrar su inclinación por el alcohol y por ese motivo, su vida al frente del grupo, tenía los días contados.
Cuentan que un mediodía veraniego,  llegó a libar sus acostumbrados licores a la cantina del Centro Uruguay. Se apeó y casi sobre la vereda, sin árboles que lo cobijaran del intenso sol, el caballo amigo, quedó aguardando  para llevárselo a casa.  Desde  la plaza, un montón de ojos que esperaban ansiosos esa llegada, no perdieron detalle de los movimientos  del Director, hasta que se perdió puerta adentro. Aguardaron los efectos de la primera ginebra y cautelosamente  se fueron arrimando al equino.  Rápidamente destaparon un tarro de pintura  y  en unos minutos, en un ir  y venir de  pinceles, el bayo de enrulada pelambre, quedó  pintado de un negro brillante.  Quedó irreconocible, de manera tal  que cuando su dueño salió a la calle, pasó a su lado y  creyendo que se trataba de otro equino ni reparó en él.  Y maldiciendo la poca paciencia de su fiel amigo se fue haciendo eses rumbo al rancho.
Enterado después que algunos alumnos suyos fueron los autores de la obra, consideró aquello una afrenta y no volvió a tomar la batuta.


Juan B. Ipuche

Se hizo cargo de la banda otro director, Don Juan B. Ipuche,  residente en  la capital del Olimar.
Ipuche, ejecutante de pistón,  fue integrante en Treinta y Tres, de la banda La Popular, la que tocara la primera retreta el 25 de julio de 1877 en la Plaza 19 de abril. Tiempo después fue su director, dirigiendo luego una nueva “Banda Popular”, hasta el año 1892 en que tomó la batuta de la banda de música dependiente de la Compañía Urbana de Policía de Treinta y Tres, con músicos extraídos de las propias filas policiales.
Como testimonio de su presencia en Vergara dirigiendo la banda, nos remitimos al relato del  casual, encuentro con el poeta Pedro Leandro Ipuche -hijo de Juan B. Ipuche- con Serafín J. García, en el Centro Uruguay.

Los ensayos

Los músicos vergarenses ensayaban en un rancho de paja y la banda constaba de l5 instrumentos, que cuando sonaban juntos levantaban en andas la monotonía pueblerina.
Entre los integrantes estaba Serfín J. García -quien fuera a la postres uno de los grandes escritores uruguayos- quien tocaba el bombardino -instrumento de viento con tres pistones - y un hermano suyo, “Macaco”, ejecutaba el clarinete. También  estaba uno de los hijos Zito, otro de los Ducatelli y un muchacho de la familia Silvera. El bajo lo tocaba Antonio Rojas. Gran parte de los componentes del cuerpo musical eran de muy corta edad, tendrían l2 y l3 años. Además de trombones, bombardino y clarinete, había  bombos y platillos.
Juan Ipuche estuvo al frente de la banda, no  más de dos años.

Retretas y Serenatas

Todos los domingos se daba retreta en la plaza Confraternidad, donde se “rendía examen”  frente a los coterráneos que comentaban con agrado la constante evolución de la banda del pueblo.
En los días festivos durante el día, se daba serenata. Partían del lugar de ensayo e iban pasando por la casa de la gente pudiente y en cada una tocaban una o dos piezas, donde eran  gratificados con un peso o cincuenta centésimos. Con ese dinero se pagaba a los músicos que no tenían sueldo fijo.
El primer día de enero comenzaban temprano de  la mañana y recorrían el pueblo hasta la una o las dos de la tarde. Luego venía el reparto de ganancias y aunque no era frecuente, se llegaba a percibir por cabeza  hasta  l5 reales, que en esa época era una importante suma. Los vecinos visitados por la banda, la recibían con cierto orgullo y la presencia de aquella provocaba gran regocijo entre los miembros de la  familia. 
A veces  se preparaban carruajes e iban a campaña a amenizar fiestas de cumpleaños, y si bien no se cobraba nada, era una buena oportunidad  para ponerse al día en lo que  a tomar y comer se refería.
En un acta del Centro Uruguay del 21 de agosto de l921, se expresa  que: “el 25 de agosto, en baile oficial, tocará la banda del pueblo de Vergara”.
El l6 de diciembre de l922, el Centro Uruguay  recibe una nota del Centro Filarmónico pidiendo una contribución para sostén de la banda de música del pueblo a lo que el Centro contribuye con  3 pesos mensuales.
En acta de 11 de agosto de  1923  se resuelve que el Centro Filarmónico sesione en el salón del Centro el día 14.
El 20 de agosto de l923, se resuelve que la banda toque algunas piezas como apertura del baile del 25 de agosto próximo.
El semanario La Juventud  del día  11 de octubre de 1923, informa:
“Desde hoy en adelante todos días festivos,  de las 20.30 a las 22.30, nuestra banda de música local amenizará en la plaza con los acordes de la tradicional retreta.

El Programa para hoy será:

“Balaracline” - Marcha
“Pobre Madrecita” - Tango
“Recuerdo eterno” - Vals sinfónico
“Melenita de oro” - Tango
“Ven minina ven” - Maxixe
“Tus caprichos” - Tango
“Olinda” - Vals
                                      “Hijo mío” - Tango
Marcha final.
Este programa será  dirigido por  Juan B. Ipuche


Comisión de apoyo


La banda se presentaba en reuniones bailables, daba serenatas, tocaba retretas dominicales,  animaba las fiestas patrias y particulares, las justas deportivas,  la llegada y la partida de delegaciones de diversa índole, y todo lo que fuera o se considerara relevante para la vida del pueblo.




           ATERRIZAJE  FORZOSO

En cierta oportunidad un avión efectuó un aterrizaje forzoso en la zona y cuando trajeron al piloto, allí estuvo la banda haciendo sonar sus instrumentos, para agasajar al héroe de las alturas. Ese avión se llamaba El Ferroviario pilotado por el militar chileno Diego Aracena y que en 1922 unió los países de Chile, Uruguay y Brasil.


http://chilecronicas.com/2012/08/un-ferroviario-de-estampa-en-las-alas-chilenas.html



El grupo iba ganando cada vez mas prestigio, de forma tal que todo acto público que se realizara en Vergara, debía contar con la presencia de la banda de música para culminar la jornada con éxito.

La seriedad y asiduidad de los compromisos exigía el respaldo de una comisión de apoyo al Centro Filarmónico.

Esta se integra y el 12 de octubre de 1923 el Centro Uruguay la autoriza a sesionar en su local, los días jueves a la hora 21.

Los miembros eran los señores: Felix B. Silvera; Pedro González Soubes; Regino Ledesma; Julio Cesar Martínez; Solano Labandera; Juan Obiaga y Modesto Correa.
                                                   
                                      Fragmento  El Pueblo del Parao - Origenes

                                                                                                   Autor: José Luis Cuello Núñez

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