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GENESIS DE LA MEDICINA VERGARENSE





EL CURANDERISMO Y NUESTROS MEDICOS
27 de junio 1914 – No 78 Ecos de Vergara  -Periódico-

Tarea  ingrata y asaz difícil es convencer al vulgo de la eficacia de la ciencia del formidable poder  de que se hayan dotados los hombres sabios de la transformación benéfica que la deslumbrante diosa Minerva ha operado en las sociedades de todos los tiempos,
Aunque la evidencia le rompa los ojos, el hombre ignorante se resiste a creer en los prodigios científicos y sonreirá con despreciativa sonrisa ante los milagros que realiza la ciencia.

No es extraño; el señor Augusto Nicolás, insigne filósofo francés asegura en una de sus obras, que conoció hombres que negaban la existencia de dios, pero que proclamaban la del diablo.
Hasta hace muy poco tiempo vivíamos en el pueblo curándonos de todo tipo de enfermedades con  vencedoras, simpatías y algunas yerbitas recetadas por doctores y doctoras que ni leer sabían.
Entre esta caterva de galenos a la criolla existían también cirujanos y parteros. 

De estos últimos aun Vergara conserva el recuerdo de algunas operaciones quirúrgicas  importantes hechas a cuchillo o con alambre Sin Rival extraído de algún cerco vecino.

Cuando el doctor Pedro Sala se estableció entre nosotros, presenció  los efectos de una de estas intervenciones quirúrgicas: una parda cirujana muy buscada entre el vecindario que puebla  las costas de Leoncho y de Corrales, por su pericia de arrancar criaturas  del seno materno a fuerza de puño y tambien de audacia después de sacudir por una semana entera a las infelices madres colgadas de una coyunda o de una piola atada a la solera de un rancho, tuvo la necesidad de practicar una de esas operaciones en la persona de una de sus clientas que acababa de alumbrar, pero que no conseguir  hacerla  deliberar ni con el pelo de perro ni con infusiones de ajenjo.

La puso en el suelo acostada sobre  un colchón y haciéndola agarrar por el marido de la infortunada paciente, le metió la mano hasta el codo, arrancándole el útero en vez de la placenta.
A las pocas horas la madre infeliz moría entre horribles tormentos.

Ante  semejante hecho todos los vecinos callaron, no levantaron su voz para condenar crimen tan nefando; y cuando el Juez de Paz seccional ,velando por la vida de todos y en cumplimiento de sus altos deberes dispuso que su autora fuera procesada y encarcelada, entonces si, no faltaron  gestos airados y  amenazadores contra ….. el Juez de Paz.

Hoy tenemos dos médicos en la localidad. El doctor Pedro Sala cursó sus primeros estudios en una universidad europea hasta alcanzar el titulo de doctor en medicina y cirugía. Mas tarde revalidó ese título ante nuestra universidad ante un tribunal compuesto por nuestras mas altas eminencias médicas  que lo declararon competente y en condiciones de ejercer en todo el territorio del pais su noble ministerio.

El doctor Santiago D Preve ha hecho su carrera  en la capital argentina de donde es hijo.
En ella descolló como estudiante de primera linea a estar a lo  que asevera la prensa de aquella época.
Establecido en nuestra república en la ciudad de Montevideo, llama la atención desde que se inicia, por el acierto de sus diagnósticos y por sus pericias como notable cirujano.

Los dos facultativos nombrados han ejercido la medicina con notable éxito en importantes ciudades de nuestro pais. En todas ellas han sido respetados por sus condiciones de caballeros y hombres de ciencia; en todas ellas se les ha despedido ha su retiro con señalada muestras de admiración y agradecimiento.

No es posible pues ahora que sus diagnósticos sean equivocados que las medicinas que recetan hoy no curen a nadie, que hayan venido a nuestro pueblo a escollar en sus carreras.
Creemos que la comadre Juana o la comadre Pepa que curan enterándonos la camisa, colgándonos en el cuello colmillo de puerco arisco, o de zorrillo muerto en dia  sábado que doña Robustiana no erra con sus vencedoras escritas con tinta  colorada en papel amarillo y que don Torcuato obra milagros dando vuelta la pisada a medio mundo; pero que los doctores Sala y Preve acierten con sus diagnósticos medicinas que salven la vida de los pacientes propinándole remedios aconsejados por la ciencia y por una experiencia de mas de 20 años, eso si que no podemos tragar , que rechazamos indignados por tratarse  de una verdadera y fenomenal patraña.

Nos resignamos a que misia Encarnación que hace años asistía a nuestra esposa en todos los partos sin lavarse nunca las manos, ni cortare las uñas ni sacarse el cigarro de la boca, nos haga soplar como unos condenados en el pico de una botella, sentado en un rincón del cuarto, mientras la parturienta se encuentra con pujos y dolores que después la madama nos quite el sombrero y la camisa y se los ensarte a la paciente para que delibere mas pronto y n le sobrevengan los  dolores entuertos; y que si la criatura ha nacido enfermita la misma misia Robustiana la cure venciéndola con cogollos de sauco o bien enterrándola un rulito en el corral de las gallinas.
Todo esto y mucho mas nos hallamos dispuestos a tolerar con joviana paciencia y mansedumbre,  pero gritamos como energúmenos contra esos charlatanes de la ciencia que pasan los dias de su vida con la frente inclinada sobre los  libros, pretendiendo descubrir los cultos secretos de la vida y la forma de combatir y vencer los accidentes que la perturban.
¡Que modo de sobrevivir, por Dios!


  MEDICOS ITINERANTES


Las aguas estancadas, la cría de cerdos en la planta urbana de la población, caballerizas, cocheras y otras dependencias de las casas de familia y de comercio, posadas y hoteles, son un verdadero foco de infección, un enemigo permanente de la salud del hombre.  
(La Voz de Vergara  Nº 3 - 4 de agosto de 1903)

Las enfermedades, las epidemias y los accidentes, eran un azote permanente que  preocupaba a la población. 
Los más pudientes se trasladaban a  Treinta y Tres, a Yaguarón o a Melo,  para consultar un médico.  Era también frecuente la concurrencia a Montevideo para tratar algunas dolencias. Pero el sector mas pobre de la población  pagaba con su vida  la carencia de atención médica.
Es recién en el año 1905, que se empezó  a buscar la posibilidad de que un médico viniera a radicarse en Vergara.
El 6 de junio de 1905, los vecinos  crean la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos,  para que a través de un fondo común se pudiera contratar un médico residente.
El primer contacto lo realizaron con el Dr. Piovone, a quien ofrecían 80 pesos mensuales por sus servicios. Tras largo tiempo de conversaciones no se logró su concurso.
El 10 de setiembre de 1905, se contactaron con el Dr. José Ortiz, vecino de Melo, quien advirtió la necesidad de que pudieran venir a radicarse médicos jóvenes que en las ciudades tenían poca oportunidad para desarrollarse.
Por último hablaron con el Dr. Pedro Belondo, doctorado en Paris, residente en Nico Pérez, pero no se concretó su radicación.
En  ese año estaba en auge el Dr.  Manuel  Cacheiro, residente en Treinta y Tres, quien era especialista en partos y atención de niños y frecuentemente visitaba Vergara para  ejercer su profesión.

Casos que atender

La problemática de la salud en aquel Vergara de principios de siglo era seria y la atención  la hacían los médicos de Policía,  que las diligencias o carruajes particulares, traían desde Treinta y Tres, llamados para casos concretos.
Hemos  detectado la presencia de esos médicos viajeros desde 1905 a 1912.
En 1905, una empleada de la casa de Próspero Silvera, ingirió pastillas de bicloruro con el fin de suicidarse y la atiende el Dr. González, médico de policía.
Una mañana de febrero de 1906, Damián Martínez y Héctor García se trabaron en lucha y Martínez, que resultó herido, es atendido por el médico de policía Dr. Pedro Belondo.
En  setiembre de 1907, el Concejo Auxiliar de Vergara, resuelve: “Habiéndose desarrollado la Difteria en este pueblo es conveniente solicitar al Consejo de Higiene que remita al Médico de Policía a fin de combatirla, teniendo en cuenta que hay 48 enfermos sin recursos. Además los casos están complicados con Sarampión.
En 1907, existe un verdadero desfile de galenos por Vergara.
El 30 de abril, se dan en la población algunos casos de Difteria los que son atendidos por el Dr. Martínez.
El 24 de agosto, Venancio Alves hiere de consideración a su hijo Juan, atendiéndolo el Dr. Ortiz.
El 27 de agosto, el Dr. Pereira, atiende algunos casos de Difteria.
El 13 de noviembre se suicida Estefanía Z. de Zuluaga e interviene el Dr. Bragó.
Dice Serafín J. García, en una carta evocativa de los personajes del pueblo, fechada en octubre de 1935, dirigida a Tito Viera: “a los finaos Preve y Sala, los primeros médicos del lugar”.


Los dos primeros médicos en radicarse en Vergara fueron  
Pedro Sala Consono y Santiago David Preve

Dr. Pedro Sala Consono

De origen italiano, podemos decir que fue el primer médico en radicarse en Vergara 

El título obtenido en Italia lo había revalidado en Brasil y Uruguay. 
Fue a la vez Médico de Policía, y su presencia trajo una mayor  tranquilidad a los pobladores.
El 5 de enero de 1912, a poco de instalado, atiende su primer caso; lo llaman de la casa del vecino Regino Acosta quien había fallecido y según diagnosticó el Dr. Sala, de una antigua cardiopatía.
A pesar de lo reducido del núcleo urbano, tenía mucho que hacer y su tarea estaba llena de sorpresas.
En marzo de 1912, hubo que desenterrar a la finada Clementina Silvera del cementerio ubicado en campos de Rogelio Hontou, para ser reconocida por el facultativo.
En abril, la joven Joaquina Vergara, vecina de Bajo Hondo, que se encontraba planchando, no advirtió que su hermana había dejado un revólver cargado entre las ropas y al tomar una de las prendas se martilla el arma, escapando un disparo que la hiere mortalmente  en el bajo vientre. El Doctor, ante la gravedad, prescribió quietud, pues la ciencia para ese caso no tenía otras opciones por estos lares.
El 11 de junio en la casa de Paulina Píriz de Zuluaga, Fortunato Vergara hirió a Pedro Cruz con un cuchillo sin intención alguna, luego de un breve juego de manos. Dijo el facultativo que era una herida leve y que en menos de seis días estaría curada.
Su estadía duró desde 1912 a 1914 y la actividad fue intensa.
Una de las  últimas intervenciones suyas, fue el 21 de julio de 1914, cuando  concurrió a casa de Doña Filisbina Machado de Da Rosa, a cinco kilómetros del pueblo. 
Allí los morenos Casiano Antúnez  y Venancio Barboza se habían enfrentado facón en mano, habiendo el “negro” Antúnez recibido un corte. Tenían al herido en una cama y expresó que estaban cenando con Barboza, lo más tranquilos y de pronto  éste se levantó empuñando un facón de grandes dimensiones, que no era precisamente con el que cortaba el churrasco, y pretendió pegarle un hachazo.  
Fue poco, porque al rato marcharon con Barboza y Antúnez a aclarar lo sucedido ante el Juez.
El 15 de octubre de 1914, Sala se retiró de Vergara.
El 28 de octubre dirige una carta al comisario Germán Muiño, que expresa:
“Hice uso del permiso que me concedió la jefatura departamental y mi estado de salud alterada me obligan a reiterar mi renuncia del puesto que ocupo como Médico de Policía de esa seccional”.
La ausencia del Dr. Pedro Sala, dejó a la población nuevamente sin médico radicado por lo que resta de 1914 y 1915.
El 1º de julio de 1915, el maestro de la Escuela Nº 13 de varones, Arturo Lecuna, afectado de un repentino ataque de garganta, solicitó licencia a la Inspección Departamental y no acompañó certificado médico por no haber facultativo en la localidad.  



 DR SANTIAGO PREVE

 Su maravilloso descubrimiento I

MARZO 12 de 1914 -Ecos de Vergara
  
Siendo estudiante de 3er año de medicina alla por el 1877 obtuvo el puesto de Practicante Mayor del Hospital General de Mujeres en concurso de oposición. Los mas aventajados    estudiantes de la Universidad de Buenos Aires  se presentaron a la lucha. El joven Preve haciendo derroches de erudición científica y de profundos conocimientos adquirió  en la reñida contienda un ruidoso triunfo que obligó a la prensa porteña a tributarles altos y merecidos elogios y a rendir el homenaje   de su admiración al talento del futuro médico que con tan brillantes relieves se destacaban en las facultades argentinas.
En el puesto de Practicante Mayor permaneció hasta 1880. 
En marzo de 1881 presentó a la Academia de Ciencias Médicas de Buenos Aires su tesis instituida: Diagnosis sobre los cánceres de cuello de útero, obteniendo su titulo de Doctor en Medicina y Cirugia    en el mismo mes y año , siendo el rector de la universidad, el ilustre ex presidente de la república argentina doctor Manuel Quintana y su secretario General doctor Don José García Fernández
En abril del mismo 1881, año el joven médico se radicó en la ciudad de Montevideo, a la que se sentía atraído por irresistibles encantos, pues desde muy niño soñaba con venirse a vivir a una de la mas hermosa de las ciudades sud-americanas.
A los pocos meses de hallarse en Montevideo, el doctor Preve entre la admiración de sus colegas uruguayos, practicó una importante operación quirúrgica en la persona de la respetable señora doña Rosa Jimenez, vecina de la ciudad de Paysandú, amputandole el maxilar inferir el que fue sustituido por uno de cauchú; operación que jamas se habian atrevido a hacer nuestros cirujanos y que dio el mas brillante de los resultados eliminando para siempre una terrible enfermedad que amenazaba con una muerte segura a la paciente.
A la señora Jimenez la sorprendiò la muerte hace muy poco tiempo en la expresada ciudad de Paysandu
Donde fue un vivo y elocuente testimonio de la competencia y  pericia del ilustre   cirujano.

El doctor Preve, en esa delicada intervención fue ayudado por los doctores Canstan y Brendell

El importante órgano metropolitano El Ferrocarril en su numero correspondiente al 22 de diciembre de 1882 decia lo siguiente al dar la noticia del establecimiento del doctor Preve en Montevideo.

“ UN NUEVO MEDICO –Desde hace muy poco tiempo se encuentra entre nosotros uno de los jóvenes mas aventajados  que en la cincia médica ha dado la Facultad de Medicina de Buenos Aires. Es el doctor Santiago D Preve, joven de sobresalientes dotes y notables condiciones morales que de improviso ha instalado su consultorio en nuestra ciudad sin el menor toque de bombo.
Preve ha dado ya pruebas en el tiempo que lleva entre nosotros, de su competencia, ilustración y buen tino.
Citemos un hecho.
Hace poco la señora doña Ximenez vino de la ciudad de Paisandu con el objeto de prestarse a una dificilísima operación, a la amputación de un maxilar inferior.
Hay que descacar que dicha operación el mismo doctor Montes de Oca en Buenos Aires, hace apenas dos años y a médicos de notable competencia en Francia,les ha dado pésimos resultados. Muchos años después en 1897, el doctor Alfonso Lamas, uno de nuestros mas reputados cirujanos, practicó la misma operación a un herido de las fuerzas revolucionarias caído en un combate que tuvo lugar en una revolución que se desarrolló en ese año en el país, sustituyendo el maxilar por uno de celuloide . El operado quedó perfectamente bien de la operación que le efectuó el doctor Lamas, pero como los horrores de la guerra le había alterado las facultades mentales, el infortunado paciente concluyó por suicidarse en un coche de los tranvías de Montevideo..
Despues de la intervención quirúrgica a que nos hemos referido en la persona de la señora Ximenez, el doctor Preve fue agregado al consultorio del eminente facultativo ya citado doctor Karl Brendell, el mas ilustre de los cirujanos de aquella época, acompañándolo en todas las grandes operaciones que este afamado sabio practicó en aquel entonces en nuestro país. 
El doctor Bendell era en la época a que nos referimos lo que es hoy el doctor Don Alfredo Navarro, el mas experto de nuestros cirujanos.
Hemos leído en varios periódicos montevideanos editados en nuestra capital, en esa misma época, elogiosos artículos dedicados a la pericia y altos conocimientos quirúrgicos de los doctores Brendell y Preve que en menos de un año llegaron a realizar mas de cien intervenciones importantes y con brillante y extraordinario éxito.
En el año 1882 el doctor Santiago D Preve interviene en un asunto que tuvo extraordinaria resonancia dentro y fuera del país.

                     CARTA DE LA POBLACION

He aquí la nota pasada al doctor Preve por una comisión de vecinos que representa a esta  población.

El pueblo de Vergara a los 2 dias del mes de marzo de 1914 reunidos en comisión en el Hotel Fraternidad , los vecinos, propietarios, empleados públicos, hacendados y comercianes de esta localidad  que suscriben a objeto de cambiar ideas para ver de arribar a mejor forma de exteriorizar  los sentimientos de viva simpatía que siente este pueblo por el ilustrado facultativo Don Santiago D, Preve actualmente entre nosotros, al mismo tiempo que discutir la mejor forma de hacer llegar hasta el ilustrado facultativo, los sentimientos de íntima satisfacción que experimentaría esta población de la que nos hacemos fieles intérpretes, verle radicado definitivamente entre nosotros y a ese fin, se resuelve.
1º.- Pasar una nota firmada por todos los presentes al doctor Santiago D Preve, manifestándole que haciéndonos fieles intérpretes de los sentimientos de toda la población de Vergara veria con intima satisfacción su radicación definitiva en su seno.
2º.- Comisionar al señor Guillermo Terra para que se sirva entrevistarse con el doctor Preve a objeto de recabar de el todos aquellos datos y documentos mas importantes de su vida de médico a fin de compendiarlos y publicarlos en un opúsculo que se repartirá profusamente por toda la población para mayor conocimiento de su personalidad.
Y no siendo para mas este acto firman la presente en el paraje y fecha ut supra.
Guillermo Terra – Juez de Paz
Pedro B Da Silva. Ismael Nuñez- Prospero Silvera. Justino B. Silvera.- comerciante . 
Juan Claussen , Luis J Padula comerciante. Juan Alves Antunes, Leonardo SAlvarrey, Felix Garmendia, hacendado. Rafael Fabeiro comerciante. Asunción Núñez, 
Redacción de Ecos de Vergara.


  Su maravilloso descubrimiento II

 Ha regresado de la ciudad de Montevideo este ilustre facultativo recientemente establecido entre nosotros trayendo mas de 200 preparados  de su maravillosa medicación Fósforo –opoterápica vigorizante Corynanthina destinada a producir una revolución en los dominios de la ciencia médica y por sus efectos rápidos y sorprendentes, constituyendo el estimulante mas enérgetico de cuantos se hayan descubierto hasta el presente para combatir las mas terribles enfermedades.La nueve medicación ejerce una influencia decisiva en casi todas las enfermedades del sistema nervioso y autoridades médicas como los nombrados doctores argentinos Zapiola y Piñero lo recomiendan como una combinación cuya acción curativa depasa de manera notable a las otras preparaciones utilizadas hasta ahora, todas inestables, inactivas e irritantes, llegando a afirmar el último de los facultativos nombrados que La Corynanthina , basada en las mas recientes teorías científicas, es para la terapéutica una adquisición sumamente preciosa, ya sea como estimulante poderoso del sistema nervioso ya sea como anti –tóxico anulador de los venenos bacterianos.El mismo doctor Preve, en un folleto que acaba de dar a la publicidad anunciando su precioso descubrimiento, nos revela los efectos que este produce aun en los organismos gastados por los años haciéndonos concebir la consoladora esperanza de que su nunca bien ponderada medicación es muy capaz de combatir con insuperable energía hasta los desgastes de la propia vejez.Oigamos las palabra del ilustre facultativo:  Sabido es que nuestro organismno es una copiosa fábrica de venenos y que estos producen en nuestros cuerpos, lesiones análogas a las que caracterizan a la senectud. 

Bajo su nefando influjo dice el sabio Metchnikoff del Instituto Pasteur de Paris, células de nuestro organismo, sobre todo las células nobles,  las que constituyen nuestro sistema nervioso, el hígado, el corazón , los riñones y las arterias mueren como estranguladas y se dice como el caso de los ancianos que hay arteriosclerosis, cirrosis del hígado, nefritis intersticial, etc..

Por consiguiente si se admite que a estas lesiones idénticas corresponden causas acumulables, se llega a la conclusión de que la vejez no es en definitiva sino una intoxicación lenta y crónica que nosotros mismos costeamos. Y entonces hay quen establecer en rigor que estos fenómenos (indo fenol) no son fabricados por nuestro intestino sino por los microbios que en el pululan como muy bien lo ha demostrado el eminente sabio Metchnikoff  en su comunicación presentada a la Academia de Ciencias de París en 1912.No es pues la mucosa intestinal la que elabora esos peligrosos productos sino la flora intestinal (microbios) que se lanza sobre los alimentos con los cuales crecemos y nutrimos y que los transforma en principios virulentos. Y, de ahí la razón de que todos los experimentos que se venían haciendo en el sentido de querer evitar o eliminar la producción del indol o del fenol en nuestro organismo, dieran resultados negativos y fracasaran. Se hacia necesario pues retroceder a su principio, hacer nuevas investigaciones basadas en las últimas experiencias del sabio del Instituto Pasteur  para ver de encontrar aunque por distintos procedimientos, el medio de poner a raya esa producción o mas bien dicho, el medio de evitar o disminuir esa elaboración de indol fenol en nuestro organismo, sobre todo a expensas de las sustancias albuminoideas y a estos es precisamente a lo que se ha llegado en la nueva medicación Fósforo – opoterápica.Fósforo – opoterápica. Vigorizante con la cual no solamente se obtiene disminuir los susodichos venenos, sino que hace revivir y proliferar las células de nuestro organismo.Tal es el nuevo medicamento que se entrega a la humanidad bajo el sugestivo nombre de Corynanthina y que de tal manera viene a enriquecer la ciencia médica; el que, si bien no será todavía el Elixir de la Larga Vida –con que se sueña, es sin duda el mas vital y poderoso medicamento con que  cuenta hoy la medicina moderna para combatir el desgaste del organismo humano.


QUIEN ES EL DOCTOR SANTIAGO PREVE   I

 Muchos se han hecho esta pregunta en nuestro pueblo al oir sonar el nombre de este sabio facultativo.
Vamos a dar aquí en forma sintética y brevísima, algunos datos biográficos del ilustre médico que hoy honra a nuestro pueblo con su presencia a fin de que los vergarenses sepan valorar el elemento de indiscutible valía que se acaba de radicar en esta olvidada región de la república.

Nació el doctor Preve en la ciudad de Buenos Aires el 5 de setiembre de 1858. Hijon de padres de abolengo ilustre colocado por sus grandes virtudes y talents lo mismo que por su fortuna, en la culta sociedad porteña, el doctor Preve, sintió desde muy temprana edad, verdadera vocación por el estudio y las ciencias, inclinación que heredaba de sus mayores, dedicándose , niño aun de pocos años, a la noble y dificial carrera de la medicina

En la universidad mayor de auella su hermosa ciudad natal, cursó estudios, teniendo como catedráticos a los hombres mas eminentes de aquella época.
El gran Guillermo Rawson cuya fama de sabio higienista traspasó las fronteras argentinas para llenar de admiración a las clínicas europeas, fue su profesor en la importante rama de la medicina a que siempre demostró sus preferencias dictando sobre ella profundos y voluminosos tratados.

El doctor Manuel Augusto Montesdeoca uno de los médicos mas afamados argentinos padre del ilustre jurisconsulto del mismo nombre que ha desempeñado las carteras de Interior y Relaciones Exteriores en la gran República, lo mismo que la Cátedra de Derecho Político y Constitucional en la Universidad de La Plata y Buenos Aires, lo que contó entre sus discípulos en Clinica Quirurgica; y Clinica Médica Médica al doctor Mauricio Gonzalez Catán, eminente facultativo de quien mucho han tenido que aprender los médicos de nuestra facultad que escucharon mas de una vez sus sabias lecciones.

En Medicina Legal y en Historia de la Medicina nuestro biografado tuvo de catedráticos a los doctores Teodoro Baca y Nicolas Albarellos respectivamente. El doctor Preve no fue un estudiante mediocre. Hemos tenido en nuestras manos documentos que lo acreditan como uno de los mejores discípulos de los ilustres catedráticos mencionados.
Siempre reveló talento y profunda contracción al estudio.

Con motivo de la prisión de los súbditos italianos Volpi y
 Patroni  acusados de la muerte del joven Bentancurt a requerimiento del ministro italiano el fiscal del crimen Juan José Segundo, solicitó y obtuvo del tribunal respectivo el enjuiciamiento y la detención del entonces  ministro de gobierno  doctor José Ma Vilaza del jefe político de la capital  don Francisco Barreto y del médico de policía doctor Diego Pérez.

El defensor de estos se presentó de inmediato solicitando  su libertad.  El tribunal que debía  entender en tal asunto, se hallaba incompleto por renuncia de uno de sus miembros. El Superior Tribunal de Justicia resolvió integrarlo designando con juez al doctor Luis María Velazco. El fiscal doctor Segundo recusó al doctor Velazco  fundando su recusación en que este jurisconsulto había sido declarado incapaz en el año 1874 bajo la dictadura de Lorenzo Latorre previo informe emanado del Concejo de Higiene y sustituido en el cargo de Juez del Crimen de la 2da sección de Montevideo que desempeñaba en aquella época por otro letrado. El Superior Tribunal dispuso entonces que el doctor Velazquez fuera sometido a nuevo reconocimiento  e informara nuevamente al Concejo de Higiene sobre el esado de capacidad de aquel abogado, tomando como base el informe del año 1974. Esta Corporación después de practicar las diligencias medico-legales que eran del caso, ratificó el informe expedido por el Concejo de Higiene anterior.

Ante este hecho inesperado pues el doctor Velazco se hallaba en pleno goce de sus facultades mentales, el doctor Preve  en compañía del doctor Manuel Adolfo Olaechea, asumió la defensa de aquel distinguido abogado.

Lleno de bríos con la con la fogosa impetuosidad de la juventud  esgrimiendo las armas que le proporcionaban sus conocimientos científicos en la materia en que se iba a dirimir la contienda; con una erudición extraordinaria y obsesionado por la justicia de la causa que entraba a defender, el doctor Prevé desde las columnas de El Siglo libró una formidable batalla contra la Junta de Higiene compuesta de ilustrados y distinguidos médicos logrando después de ruda jornada  derrotar a sus adversarios de ocasión, restituyendo al doctor Velazco en el goce de sus derechos y prerrogativas legales.

La brillante campaña del doctor Preve, tuvo en aquella época una resonancia extraordinaria.
El Consejo de Higiene fue derribado de su alto pedestal por los certeros golpes que le asestara el doctor Preve desde las columnas de El Siglo y el doctor Luis María Velazco entró a formar parte del tribunal que debía resolver el pedido de excarcelación presentado por el defensor de los presos Vilaza, Barreto y Perez.


  
CARTA CONTESTACION
Vergara marzo 4 de 1914 Señores
Don Pedro B Da Silva, Guillermo Terra, Prospero Silvera, Leonardo Salvarrey, Juan Claussen y demás Señores.
Presente
Muy Señores mios y amigos
Muy grata sorpresa ha causado en mi animo la honrosa, cuanto hemosa comunicación de fecha de ayer que Vds se han dignado en dirigirme, la que viene a agregar un motivo mas a las muchas y muy significativas que la culta y noble población de Vergara me viene demostrando y que obligará mi gratitud sincera. 
Llegado a este pueblo al solo objeto de continuar los trabajos científicos que desde hace seis largos años vengo haciendo en el laboratorio y en la clínica sobre mi nueva medicación Fosforo – Opoterápica – Vigorizante; mi estadía en Vergara era tan solo de paso,puesto que esos trabajos debía hacerlos en los establecimientos de campo de los señores Astiz, puestos altruistamente a mi disposición.
No tuve pues al venir a este lugar el deliberado propósito de establecerme en este pueblo para el ejercicio de mi profesión; pero resulta ahora que por motivo de mi salud y dada las muchas deferencias recibidas por ustedes que representan lo as significativo y saliente de esta culta población, hecho que me siento fuertemente vinculado a Vds por el mas sincero afecto.
O obztnte debo manifestar a Vds que no me es posible radicarme de inmediato en forma definitiva en la localidad por la causa siguiente.
Mi título de Doctor de Medicina y Cirugia con que me ha orlado la Facultad de Ciencia Médicas de Buenos Aires, que pongo a disposición de quieran verlo, perfectamente legalizado por las autoridades competentes ; si bien es cierto que está comprendido dentro del tratado celebrado en el Congreso Sudamericano que tuvo lugar en enero de 1889 y que fue posteriormente sancionado por la Asamblea Nacional Legislativa el mismo año, por el cual quedose establecido el canje de títulos expedidos por las facultades de las naciones signatarias; tengo sin embargo que llenar algunos requisitos que impone la reglamentación que posteriormente se hizo a esa ley.
Ahora bien; como durante los treinta años que hacen resido en este país, jamás nadie osó molestarme a pesar de ejercer la profesión libremente en toda la República en todo ese largo lapso de tiempo en caballerezco compañerismo profesional con todos mis colegas, creí con mucha razón que aquí en este apartado lugar de la República, lejos de todo recurso médico y donde contaba con una vieja amistad profesional de illo tempore, podía hacerlo igualmente sin llenar los requisitos.
Pero desgraciadamente aquella vieja amistad y aquel caballeresco compañerismo de illo tempore con que contaba ser tratado, habían sufrido contorsiones cr´ponicas de un mal interior que los habían divorciado de todo compañerismo…
Necesito pues para radicarme en forma en esta localidad, llenar primero esos requisitos que ya se encuentran en tramitación y entonces doy a Vds mi palabra que lo haré  y seré un guardian celoso de la salud pública a la vez que propenderé por todos los medios al establecimiento de una buena farmacia tan necesaria a esta población.
Mientras tanto ofresco a Vds mi amistad y la gratitud sincera con que los saluda su affmo amigo y S S.

Santiago D. Preve


QUIEN ES EL DOCTOR SANTIAGO PREVE   II
  
 En este mismo año 1882 con motivo de la terrible y mortifera epidemia de viruela que se desarrollo en Montevideo en los barrios de Cordon y Aguada los doctores Preve, Romeu y Fiol de Pereda fueron los únicos médicos que no se negaron a asistir a los atacados que morian dia a dia y en un numero tan considerable quie se hallaba consternada toda la población. Los facultativos nombrados fueron los heroes de la cruenta y peligrosa jornada.
El doctor Preve dio en tan señalada ocaciòn pruebas elocuentes de un sin igual altruismo y de un valor digo tan solo de la obra humanitaria que realizaba.
Aun existen en los barrios que acabamos de indicar centenares de familias que recuerdan con gratitud y veneración el nombre de nuestro  biografado; aun viven alli testigos de la porfiada lucha que sostuvo el doctor Preve contra el temible flagelo, sustrayendo de una muerte segura a un sin numero de victimas.
Durante muchos meses los doctores Preve, Romeu y Fiol de Pereda consagraron sus vidas a tan glorioso apostolado y solo abandonaron la improba tarea cuando la peste estuvo completamente dominada.
Mas tarde , allá por el año 1884 la difteria y el tifus desvastaban los departamento de Paysandu y Rio negro. Ni los médicos que se hallaban establecidos en las capitales de esos departamentos, ni los que eran solicitados a la ciudad de Montevideo, se atrevian a acudir en socorro de los atacados, temerosos del contagio y de no resistir las penurias de fatigosos viajes.

 El doctor Preve ante los clamorosos reclamos de aquellos infortunados vecindarios de nuestra campaña no pudo resistir sus generosos y noble impulsos y despreciando graves e inminentes peligros se lanzó resueltamente en defensa de los que clamaban por los auxilios de la ciencia, recorriendo dia y noche, en carruaje , a caballo y muchas veces a pie, la campaña extensísima de los dos departamentos citados, llevando la vida y la alegria a cientos de hogares seriamente amenazados por la furia de tan terribles epidemias.

¡Cuánto tuvo que sufrir en esta azarosa campaña el doctor Preve!  Cuantas peripecias y sinsabores tuvo que soportar por su amor a la ciencia y a la humanidad. Con lluvias, entre tinieblas de oscura noche invernal, sufriendo frios intensìsimos cuando no soles y calores sofocantes sin dormir y si alimentarse muchas veces, cruzaba las distancias que separaban las casas de los vecinos en que la peste había establecido sus reales. Y el doctor  Preve para mas glorificar su portentosa hazaña, levantando bien alto la sagrada enseña de su santo apostolado, sin aceptar dinero ni dádivas de ninguna clase de los que asistía y prodigaba sus cuidados.  Estos hechos constituyen la página mas brillante de la vida del doctor Preve.
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